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| Maradona
por Eduardo Galeano |
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"Cuando Maradona fue, por fin, expulsado del Mundial del 94, las
canchas de fútbol perdieron a su rebelde más
clamoroso. Y también perdieron a un jugador fantástico.
Maradona es incontrolable cuando habla, pero mucho más cuando
juega: no hay quien pueda prever las diabluras de este inventor
de sorpresas, que jamás se repite y que disfruta
desconcertando a las computadoras que no pueden procesar su genio.
No es un jugador veloz, torito corto de piernas, pero lleva la
pelota cosida al pie y tiene ojos en todo el cuerpo. Sus
artes malabares encienden la cancha. þl puede resolver
un partido disparando un tiro fulminante de espaldas al arco sirviendo
un pase imposible, a lo lejos, cuando está cercado por miles
de piernas enemigas; y no hay quien lo pare cuando se lanza
a gambetear rivales. En el frígido fútbol de
fin de siglo, que exige ganar y prohibe gozar, este hombre
es uno de los pocos que demuestra que la fantasía puede
también ser eficaz."
Eduardo Galeano
Del libro "El Fútbol a Sol y Sombra"
Editorial Catálogos |
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"Belgrado, 4 de Marzo de 1987. Diecisiete grados
bajo cero. Visiblemente agotado, Jorge Valdano participa en un partido
que su equipo acabar· perdiendo por 4-2 frente al Estrella Roja.
En el viaje de regreso, el presidente del Real Madrid eligió
una frase afectuosa, pero tajante, que le paró a los pies:
--"Hasta que no te cures, no vuelves a jugar"- dijo Ramón
Mendoza. Durante los quince meses siguientes se aplicó,
con voluntad de hierro y ayuda facultativa, la tarea de vencer
la peor lesión de toda su carrera deportiva: una HEPATITIS
del tipo B, con la que convivía desde hace algún
tiempo, ajeno por completo a ello. "Desde ese momento, la
dichosa Hepatitis empezó a salir en los periódicos,
pero son pocos los que saben que fiche para el Real Madrid
con ella incorporada. Durante casi tres temporadas, sin yo
saberlo, la Hepatitis jugó conmigo por todo el mundo envuelta
con la camiseta del Real y de la selección Argentina".
La enfermedad había sido descubierta un mes antes de esa
escena definitiva, que iba a marcar una frontera en su vida, pero
sólo aquel día se manifestó con toda crudeza.
Quince años que no hicieron justicia a quince años
de monogamia profesional y placentera con la pelota, su primera
compañía femenina, con la que compartió su
vida desde los tres años. "Me retiré con el
dolor de quien deja a un amor". Transcurrido el largo periodo
de convalecencia, puso fin al suspenso. Convocó a los periodistas
y dio por clausurada su etapa de jugador. Dos horas después
de decir públicamente adiós, llegó hasta sus
manos el informe medico que confirmaba su restablecimiento.
De todas formas, se retiró ."
Carmelo Martín
Del Libro "El Retiro de Valdano"
Editorial |
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"Directamente delante de mi había caído un joven
italiano, un chico en realidad. Cuando se estaba levantando, un
hincha ingles le atizó con la mano abierta en la cara;
volvió a caer de espaldas y dio con la cabeza contra el suelo.
La cabeza rebotó por el impacto. Aparecieron otros
dos hinchas del Manchester United. Uno le soltó una patada
en las costillas . . . El chico hizo un ademán de
protegerse, de resguardarse las cotillas, y en ese momento el otro
hincha ingles le dio una patada en la cara. El chico intentó
ponerse de pie, pero volvieron a derribarle -sin hacer demasiada
fuerza, pues apenas opuso resistencia. Apareció otro hincha
del Manchester, y otro, y un tercero. Eran seis en total,
y los seis comenzaron a patear al chico caido. Me sorprendió
que me resultara posible distinguir, solo por el sonido, cuando
alguna patada no daba en el blanco, ó cuando le alcanzaban,
por ejemplo, en los dedos, y no en la frente ó
en la nariz."
William Buford
Del Libro "Entre los Vándalos"
Editorial Anagrama |
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